Hay una orquesta que ha cambiado violines, trompas y chelos por pepinófonos, flauta-zanahorias, puerro-violines, apio-bongos... y así hasta cien instrumentos creados con distintos vegetales. Es The Vegetable Orchestra que tiene su sede en la capital austriaca.
Su espectáculo no empieza en la sala de conciertos. La función da comienzo por la mañana, en el mercado, donde escogen cuidadosamente las verduras que van a utilizar.
Para interpretar sus melodías, además de paciencia y habilidad, necesitan buenos cuchillos de cocina. Con ellos dan forma a los vegetales hasta convertirlos en instrumentos musicales.
Los creadores de esta peculiar orquesta dicen que interpretan música con sabor. Las notas vegetales forman una armoniosa combinación de sonidos. Lo mismo interpretan música experimental que se atreven con Strauss o Stravinsky.
Cuando suena la última nota, el concierto no termina. Un componente del grupo convierte los instrumentos en una sopa que se ofrece a los asistentes, ofreciendo así un espectáculo lleno de color, olor y sabor.
Juanjo Moreno. Revista Vueling.
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